Empezó a darse a conocer como artista, con una forma muy original de expresar sus dotes creativas: el empaquetado de objetos.

La obra de Christo se enmarca dentro de la corriente denominada Land-art (arte-Tierra), que tiene como principal característica la utilización del paisaje como soporte o escenario de la obra artística. La modificación del medio ambiente y del comportamiento humano continúa siendo su meta esencial.
Principal objetivo: crear focos de atención sobre fragmentos del paisaje natural o urbano con el fin de agudizar en los espectadores la conciencia de su existencia.
Su estrategia es ocultarlos, esconderlos tras una envoltura que es en realidad un reclamo que obliga a dirigir la mirada hacia ellos.
Es a través del ocultamiento que enfatiza poderosamente su presencia.
Al envolverlos los objetos busca arrancarlos de su condición de vulgar e intrascendente otorgándoles el misterio de unas formas que se adivinan, pero que permanecen ocultas.
Al esconder bajo tela grandes monumentos urbanos les devuelve el protagonismo que les había sido arrebatado por la cotidianidad de su presencia